El ciudadano del Valley-Car tiene un objetivo que se puede adjetivizar de utópico: diseñar el plano de una Caracas perfecta. A Valle-Coche Citizen, como también se le conoce, se ha refugiado en un rincón de la antes esplendorosa Coche, para recolectar cualquier cartón, madera o alambre que le sirva de instrumento y construir la maqueta de su ciudad perfecta, en que cada espacio coexiste en relación a un todo de concreto, cada esquina, los eslabones de un neurálgico sistema de conexiones.